miércoles, 5 de octubre de 2011

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Todas las noches me pregunto por qué ese chico odia tanto la palabra amor; él siempre se describe como una persona sin sentimientos, como si hubiese sido creado en otra galaxia, como si hubiese sido creado por mano de  hombre al igual que un robot de metal, sin algo que dar, sin algo que pueda atribuir; en mi opinión lo considero todo lo contrario y me cuestiono con lo siguiente... ¿Existirá persona alguna que niegue haber sido amado, o peor aún, no haber amado?...

El chico de la mirada encantadora, me recuerda cada noche que el amor es sólo cosa de tontos, como un intercambio de reforzadores que con el tiempo se van extinguiendo. Lo miro a los ojos y me pregunto si acaso es verdad lo que dice, ¿en verdad es lo que "siente"?
La otra noche me senté a hablar con él y pude notar un color de tristeza en sus ojos; yo sólo lo observaba y escuchaba las patrañas que decía sobre lo que pensaba del amor, fue entonces que mi cabeza empezó a llenarse de ideas y preguntas, quería saber las respuestas a todas sus quejas sobre el amor, esa noche me propuse encontrar todas ellas con sólo centrarme en sus pupilas... 

Después de todo me pregunté: ¿Cómo puede hablar tanto de un tema que repudia? ¿cómo puede saber y odiar tanto algo que según él no ha vivido? mis ideas se confundieron por unos instantes, pero tenía la seguridad de que todas esas palabras que hablaba sin sentido sobre el tema no lo describían en lo absoluto, ni un poco diría yo; pues sus ojos y su sonrisa ocasional me decían todo lo contrario. 

El silencio se respiro en la habitación, por un instante este se hizo incomodo, pero fue el instante perfecto para darme cuenta de lo que en realidad quería decir con todo eso.
Lo que pude interpretar en su mirada fue... que ya no deseaba que su corazón fuera usado como a un retrete, ni a alguien que le dijera que le ama sólo porque huele, viste y ve bien, y mucho menos un amor de verano, un amor pasajero. 

Después de descifrar lo que no dijo con palabras, quise romper el silencio entre el silencio; a lo que me atreví a preguntar si él creía en la existencia de persona alguna que en verdad lo valorara tal cual es, con sus debilidades, temores y todo lo que él tenía para mostrar, cosas buenas y malas claro está; pero no supo qué contestar, lo mire y noté de nuevo que la tristeza en sus ojos se reflejaba un poco más, y su mirada perdida mostraba tal vez algo que no quería hablar.

Pensé que era el momento de abandonar el tema, no hacer más preguntas que tal vez no quería contestar; decidí que lo mejor era retirarme y dejar que él pudiera encontrar un poco de tranquilidad. El silencio de nuevo invadía la habitación, que aunque llena estaba de luz, parecía carecer de ella, esta vez él decidió romper el incomodo silencio, terminó con todo esto diciendo:   

-Alguna vez sentí eso que todos llaman amor y tal vez lo vuelva a intentar, pero el temor de no poder encontrar a la persona correcta es muy grande y peor aún, el temor al fracaso, es todavía más grande que no sé cómo borrar  las cosas negativas, así que dime tú... ¿Qué puedo hacer para borrar todo este supuesto odio hacia el amor?, ¿cómo sé que encontré a la persona correcta?, ¿cómo saber si puedo entregar mi corazón? Esta vez necesito todas las respuestas, pues no tengo idea de cómo volver a empezar, en realidad, no tengo la mínima idea de cómo volver a amar. 









martes, 5 de abril de 2011

Y lo deje ir...

He hablado con el chico que una vez quise demasiado, casualmente lo encontré camino a casa, hacía mucho tiempo que no sabía de él. Recordamos sobre los buenos momentos que pasamos juntos, dos veranos para ser exactos. Y reímos de aquellos tiempos, cuando los dos éramos muy jóvenes y comenzábamos a aprender cómo era el amor.

Entre todas esas risas comento que estaba solo, que aún no encontraba a alguien que lo amara tanto como para poder olvidar cosas del pasado; yo sólo sonreí y conteste que yo estaba enamorada, que había conocido una persona la cual me hacía sentir especial y diferente.

Puede notar como su sonrisa desapareció de su rostro, y confesó que aún no podía olvidar lo sucedido entre los dos, y que deseaba con todo su corazón tener una segunda oportunidad; no supe que decir, sólo seguí sonriendo y no dije más.

Me dio una explicación sobre su error al dejarme y muchas otras cosas más. Y dijo que me esperaría todo el tiempo que fuera necesario, todos los veranos e inviernos que hicieran falta, así fueran cien años, el nunca cambiaría sus sentimientos hacia mí. Y pude notar que sus palabras fueron sinceras, que no mentía como los demás chicos.

Pero no tuve nada que decir, así que dio la media vuelta y lo deje ir, como los árboles dejan que el viento lleve sus hojas.


martes, 15 de marzo de 2011

No hay segunda oportunidad

Ahora vienes a pedir una oportunidad, después de todo lo que has hecho, dices que quieres intentarlo una vez más.

Creo que ya sabes cuál es la respuesta, en realidad no quisiera regresar a lo mismo de siempre, a las peleas tontas y celos enfermizos.
No lo pensaré más, en realidad no hay nada más por hacer, para ti no hay segunda oportunidad. Estoy a punto de salir del hoyo en el que me dejaste, y sería muy tonta si te diera un sí.

Mejor busca por otro lado y espero que esta vez hagas las cosas bien. Por mi parte, estoy tratando de salir de todo esto y más adelante ser feliz con alguien más.

No quiero ser grosera, jamás ha sido mi intención, pero ahora que sabes que obtendrás por respuesta un no, sigue tu camino, márchate y por favor ya no pidas algo que no mereces más.


viernes, 11 de marzo de 2011

Sonrisas y falsos sentimientos

Tengo un deseo, quiero regresar el tiempo y poner un protector contra mentiras a mi corazón, para así evitarme muchos disgustos y desilusiones.

Sabía que esto no me llevaría a nada bueno, pero igual tú merecías una oportunidad, o al menos eso era lo que todos nuestros amigos decían. Pero no, cometí un error, tuve que haber pensado mejor las cosas antes de ceder y caer en el juego de tus mentiras, sin duda me atrapaste con tus caricias y palabras bonitas.

Al principio todo era hermoso, pero poco a poco empecé a sentir como una enredadera llena de mentiras se apoderaba de mi corazón.
Ahora lucho contra esas pequeñas sonrisas y falsos sentimientos que un día me creí.

Aún sigo escuchando en mi mente esa canción que bailamos aquella noche, la tengo que borrar de mi memoria, ya no la quiero escuchar más, para qué? si lo único que hace es transportarme a los falsos momentos que pasamos.

Puedes irte, has logrado lo que querías, mi corazón seguirá luchando contra las malas enredaderas y recuerdos, pero sobrevivirá y continuará latiendo para amar a alguien que sí sepa valorar.



lunes, 10 de enero de 2011

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Todos mis pensamientos están revueltos, pareciera que hay una revolución en mi cabeza, quisiera saber qué es lo que tengo que hacer, qué es lo más correcto para mí para que las cosas vuelvan a ser como antes.                                                                                                       
He estado en cerrada en este círculo vicioso, y a decir verdad jamás me había sentido tan mal, ni jamás me había ido tan mal como en estos momentos.
Quisiera despertar de la pesadilla por la que estoy viviendo, nadie puede hacer nada por mí ahora. Tal vez necesito alejarme un rato de aquí y aclarar lo que tenga que aclarar; deseo con todo mi corazón ver la luz al final del túnel o la tranquilidad después de la tormenta.                                                     
En verdad deseo que esta pesadilla por fin termine para que mi rostro se vuelva a iluminar de felicidad y pueda sonreír nuevamente. 


sábado, 1 de enero de 2011

Un nuevo rumbo

Ahora que el nuevo año ha empezado quiero hacer cosas distintas, cosas que jamás he hecho, sé que todo lo nuevo me traerá motivos para sonreír, gritar, emocionarme y así seguir mi curso. Deseo con todo mi corazón que el pasado se borre de mi mente y poder mirar solamente hacia adelante, he luchado todos estos años con mis temores y angustias, pero sé que en este nuevo año los podré eliminar totalmente.                                                                     
Apuesto también que habrá miles de obstáculos a los que me enfrentaré, pero estaré preparada para cada uno de ellos y estoy segura que todos los cruzare sin miedo al fracaso. Ya perdí el miedo a llorar.             
Tal vez este año abra mi camino hacia al amor, me he estado protegiendo de todos esos líos que los cuales casi siempre terminan en dolor y un poco de sufrimiento, creo que ese será mi gran reto... perder el miedo a enamorarme y sentir mariposas en el estomago.                                                      
Así que ese será mi nuevo rumbo.