viernes, 19 de noviembre de 2010

Si todo fuera más fácil

Si todo fuera más fácil, pudiera hacer lo que quisiera, mis sueños se cumplirían más rápido y no tendría que batallar con los obstáculos a los que cada día me enfrento, no lloraría cada vez que algo no me sale bien y podría presumir a las personas de mis logros, no discutiría con mis padres por las cosas que no hago o por las cosas que hago que no son de su agrado.
Pero si todo fuera tan fácil, no podría sentirme satisfecha por haber llegado a la meta, no podría ser ejemplo de perseverancia para las demás personas y motivarlas, ni reír del asombro por haber descubierto de lo que soy capaz, y mucho menos saber lo que mis padres quieren para mi, a pesar de sus regaños.
Puede ser que las cosas fáciles te llenen de felicidad, pero no te hacen apreciar cada momento. 

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